Es mediodía de un jueves muy intenso en el trabajo. Tomas un bocado de un sándwich frío mientras respondes frenéticamente a tus correos electrónicos.
Masticas lentamente el bocado y después de enviar algunos correos electrónicos, recuerdas seguir masticando y luego tragar la comida.
Tu cerebro todavía se siente frito después de la agotadora reunión por video-llamada que tuviste y que terminó hace como 1 hora. Ahora, tratas de ponerte al día con una lista de tareas pendientes que te esperan desde las 8:30 am.
Al darte cuenta que te quedan dos minutos antes de tu próxima llamada, tomas tu botella de vitaminas en píldora, mientras viertes agua en un vaso para beber una.
De repente te das cuenta de que, de hecho, ya pasó un minuto desde el comienzo de tu llamada y estás tarde, así que te apresuras en unirte.
30 minutos más tarde te das cuenta que sacaste una de las píldoras de vitamina de la botella, la pusiste al lado de tu computadora y que … se te olvidó de beberla.
¿Te suena familiar?
Desafortunadamente, esa no es una historia que surja de una comedia desarrollada en el entorno laboral.
Esa era mi realidad, y probablemente parte de ella también sea la tuya.
La pregunta es, ¿cuándo entramos en este juego de tratar de hacer más cosas, marcar más casillas de «hecho», entregar más productos, etc.?
Suena como el juego de atrapar la cola, donde el objetivo es completar todos los elementos en los que se supone que debemos trabajar de una lista de tareas pendientes interminable / en constante crecimiento.
Eso me llevó a preguntarme: ¿Vale la pena jugar a “Ser productivo”?
¡Yo sí lo creo! Pero, no es un juego que valga la pena ser jugado con las reglas que sigue la mayoría de la gente hoy en día.
Para eso, definamos primero qué significa Productividad y cómo usar su poder en nuestro favor, en lugar de en nuestra contra.
Para entender lo que realmente significa Productividad, necesitamos aclarar algunos términos principales que muchas veces se confunden:
Con esto aclarado, déjame hacerte esta pregunta: ¿Cuál sería el esfuerzo que debemos ejercer para alcanzar nuestro objetivo de la manera más eficiente posible?
Dicho de otra manera:
¿Cómo podemos alcanzar la Productividad Óptima, es decir, no holgazanear ni matarnos en el intento de producir un resultado?
Déjame tratar de responder esta pregunta con las siguientes estrategias:
El requisito principal a la hora de intentar aumentar nuestra Productividad es identificar claramente cuál es el resultado esperado de nuestro esfuerzo.
Si tomamos en cuenta que tenemos una cantidad limitada de recursos (tiempo, dinero, energía, atención, etc), entonces deambular sin rumbo no tiene sentido (y volveremos a revisar esto más adelante) mientras intentamos alcanzar una meta.
De hecho, intentar alcanzar cualquier meta que es ambigua es cómo lanzae hachas hacia un blanco después de beber 8 shots de tequila. Verás tu blanco borroso, y tu puntería irá en picada.
Entonces, lo importante es visualizar el blanco claramente y también visualizar lo que significa «dar en el blanco«.
Ahora, aquí está la trampa: ¿Es ese objetivo que definiste, un objetivo por la que morirías por tratar de alcanzarla (si fuera necesario)?
Tal vez no haya necesidad de ser dramático, pero la esencia de la pregunta sigue siendo importante y la menciono en otras palabras:
¿Es ese objetivo por el que trabajas tan duro algo que vale la pena perseguir, PARA TI?… Si no, entonces: ¿De quién es el objetivo?
Tenga cuidado, mi amig@, de poner esfuerzo extra (tiempo, atención, energía) en la meta que estás tratando de alcanzar porque solo hay una cosa peor que apresurarse y no alcanzar la meta.
Lo que es peor es apresurarse Y alcanzar la META EQUIVOCADA.
Esto nos lleva a la siguiente estrategia.
Personalmente, soy un promotor de realizar una sola tarea a la vez (mono-tarea), en lugar de tratar de ser multitarea. Sin embargo, hay momentos en los que un enfoque inteligente de multitarea funciona de maravilla.
T. Robbins, gurú de desarrollo personal y uno de los humanos con más energía que encontrarás a sus 60 años, denomina a esta estrategia como “No Extra Time” o N.E.T.
NET es el tiempo que dedicas a transportarte diariamente hacia la oficina, hacer ejercicio o limpiar la casa – tareas de baja carga cognitiva – y que puede además ser utilizado para alimentar tu mente con información, en paralelo.
Claramente es algo que hacemos continuamente. Por ejemplo salir a correr mientras escuchas música. Sin embargo el secreto de esta estrategia radica en consumir información que te aporte en lugar de solo distraerte.
Para hacer eso, tienes a tu elección un buffet de información presentada en formatos como podcasts, audiolibros, charlas TED, artículos breves, algunas páginas de un libro, etc.
¿Por qué no intentarlo? Quién sabe, tal vez esté a unas pocas sesiones de limpieza de la casa de una idea revolucionaria.
Pruébalo y comparte tu experiencia.
Actuar en una sola tarea a la vez (mono-tarea) es la manera de entrar en lo que se llama “la zona”, o lo que el Psicólogo M. Csikszentmihalyi denominó “Estado de Flujo”.
En este estado, estamos completamente inmersos en la tarea que realizamos, sintiendo un enfoque energizado y disfrutando de cada pequeña parte de la tarea. Este es el estado psicológico al que queremos llegar para tener una rendimiento óptimo.
¿Alguna vez te encontraste en un estado en el que te diste cuenta de que habían pasado horas mientras trabajabas intensamente en una tarea en particular? ¿Notaste cómo te olvidaste del hambre o la sed, incluso de ir al baño?… ¿Te encontraste en este estado después de tocar un instrumento, practicar algún deporte, o tal vez después de resolver algún problema técnico o incluso después del sexo?
Si la respuesta es «sí«, entonces estás en camino seguro a mejorar tu productividad.
La idea clave aquí es: después de definir claramente tu objetivo significativo, encuentra aquellas actividades que colocan en Estado de Flujo. Esto te acercará rápidamente a tu objetivo mientras trabajas en tareas con completo entusiasmo, una a la vez.
Contrariamente a lo que podemos pensar, “no hacer nada” es una de las cosas más difíciles de hacer y una de las más beneficiosas en nuestra búsqueda de una productividad óptima.
Es interesante mencionar que en inglés, la expresión “to do nothing” es en realidad una oración afirmativa: «Hacer nada» (siéntete libre de discutir al respecto).
Llámame quisquilloso pero constantemente “haciendo”, incluso cuando la intención es la contraria, suena un poco neurótico.
Entonces, para disipar ese contratiempo del idioma, usaré la expresión «pasar el rato».
El punto es este. Te desafío a que te sientes o recuestes durante 5 minutos sin ninguna intervención del mundo exterior y que te entretengas. Sin televisión, sin leer, sin teléfono ni wifi conectado, sin hablar, sin nada. Solo siéntate y existe.
Tal vez descubras que es una de las cosas más difíciles que puedes «hacer».
En este escenario, dejar que tu mente divague sin rumbo, ESE ES EL PUNTO. (Te dije que íbamos a revisar esta idea nuevamente).
Entre el ir y venir de una mente aburrida, es ahí donde, muy probablemente, encontramos nuestras ideas más creativas. La Dra. Barbara Oakely en su curso “Aprender a aprender”, llama a esta particular etapa de la mente el “modo difuso”.
De hecho, las ideas principales de este artículo fueron concebidas en un tiempo de “No hacer nada” que tuve que poner en mi propia agenda.
Te invitamos a conocer más sobre el autor, ingresa a su página web: www.jjruescas.com