Tips para un emprendedor de un emprendedor

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Seguramente, en algún momento has pensado en emprender, sin poder decidir cuál de las buenas ideas que querés ejecutar, será la ganadora. Soñando con tener muchos clientes, ofrecer un gran producto o servicio, formando un emprendimiento o startup que crezca rápido. Pero, ¿te has preguntado qué es lo que debés saber en tu primer día como emprendedor o emprendedora?

Posiblemente esta pregunta no tenga sentido ahora mismo, pero te aseguro que yo hubiera ahorrado mucho tiempo y dinero, si me hubieran dado los tres consejos que te voy a dejar a continuación.

Sabemos aquello que conocemos, pero… ¿sabemos lo que no?

EL FLUJO DE CAJA ES LO MÁS IMPORTANTE

Cuando arrancamos un negocio, generalmente lo hacemos con el dinero que creíamos era el “suficiente” para comenzar y crecer.

¿Qué sucede? Empezamos a gastar en cosas que en ese momento estamos convencidos que es lo que realmente necesitamos y, sin darnos cuenta, comenzamos a gastar en aquellas cosas “bonitas” o que “siempre soñamos tener” pero que en realidad no son necesarias, por lo menos cuando arrancamos. Es en ese momento donde todo puede salir mal, no nos damos cuenta que estamos perdiendo el control de lo que eso realmente implica en nuestro flujo de caja, ya que no sabemos el resultado de hacer estos gastos.

Hay un dicho muy acertado que se adapta a la realidad de muchos proyectos e incluso empresas:  “Excel lo soporta todo”.

Solemos hacer  un cálculo inicial de nuestra inversión y  movimientos de dinero durante los meses siguientes (ingresos y egresos), donde proyectamos algo que es muy importante en todo negocio, los ingresos por ventas.

Aquí puede comenzar un gran problema, por eso es necesario cuestionarnos sobre cuánta seguridad tenemos de que se hará realidad lo proyectado en el Excel, pues quizás, simplemente es una aspiración cuyo único fundamento es que estamos dispuestos a esforzarnos para lograrlo, sin saber si es un escenario real y probable o simplemente lo estamos arriesgando todo. 

Sucede muchas veces que nuestra mente empresaria, valiente y arriesgada, toma decisiones como la de comprar souvenirs, poleras, y otras cosas que no son necesarias en ese momento pero que sí representan para nosotros una aspiración, olvidándonos de lo importante que es el flujo de caja.

El flujo de caja se resume en el dinero que tenés en tu poder en ese momento y decidir usarlo en lo que es vital para tu startup o emprendimiento. Es utilizar lo que tenés disponible y evitar poner en riesgo lo que estás construyendo. 

Úsalo sabia y responsablemente. Quedarse sin flujo de caja, puede representar el fin de tu startup o emprendimiento. ¡Cuidalo!


SIEMPRE MANDA EL MERCADO

Cuando empezamos una startup o emprendimiento, lo hacemos con muchas fantasías de lo que queremos llegar a construir.

Comenzamos con el producto, desarrollamos la marca y ejecutamos otras actividades que nos hacen sentir que estamos avanzando y logrando pequeños hitos que deseábamos desde el inicio. Sin embargo, hay un hito que suele ser dejado de lado, cuando en realidad debería ser lo primero que debemos conseguir: la validación de la necesidad en el mercado

Este, es uno de los hechos más importantes durante la vida temprana de una startup o emprendimiento. Lo que manda es el mercado. Y con ello viene el reto de salir a vender a clientes que estén dispuestos a pagar por tu producto o servicio (no cuentan aquí nuestros amigos y familiares que deciden hacerlo por apoyar).

¿Qué es más importante entre producto, equipo y mercado?

Imaginate que tenés un equipo de primer nivel, un excelente producto, pero no tenés un mercado dispuesto a pagar por lo que ofrecés. No podés vender y por tanto no estás generando ingresos para alimentar tu flujo de caja, sin embargo continuás realizando gastos que ya tenés comprometidos mes a mes.

Ahora, ¿qué sucede si tenés un amplio mercado, con un problema que necesita solución, pero no contás con un gran equipo y tampoco un producto perfecto? Tu mercado te comprará porque estás resolviendo un problema real, seguramente vas a perder algunos clientes pero a medida que vayás mejorando tu servicio ganarás más clientes y los fidelizarás. Con las ventas que vayas generando,  ganarás flujo de caja para seguir invirtiendo y, poco a poco, el flujo que generas con las ventas, te permitirá construir un mejor producto y contar con un mejor equipo.

PREPÁRATE PARA CAMBIAR TU IDEA

Al momento de comenzar una startup o emprendimiento, acostumbramos pensar que la idea es lo más importante. Pues, te voy a decir una verdad muy dolorosa y es que las ideas no valen nada. Lo más valioso e importante, es la ejecución.

Es costoso y doloroso aceptar que nuestras ideas pueden estar equivocadas y que lo que alguna vez creímos que iba a ser un producto o servicio exitoso para nuestro mercado, no lo es.

Entonces, ¿qué hacemos con estas ideas? ¿por dónde empezamos? Mi recomendación es comenzar con una versión muy básica de tu producto o servicio, que te permita conocer mejor tu mercado y sus necesidades. Con esos aprendizajes deberías estar preparado para cambiar tu idea si hace falta. Preparate para iterar de forma rápida y económica.

El mercado es el que manda y el que determinará si tu producto está en el camino correcto.

Estoy seguro que estos consejos iniciales te servirán de mucha ayuda y espero que no cometás los mismos errores que muchos emprendedores cometemos. No es un tema de capacidad o de inteligencia, sino un tema de estar preparados para lo que se viene y saber tomar las mejores decisiones en cada momento, dejando de lado aquellos apegos a nuestras ideas y enfocándonos en la ejecución, siempre buscando lo que nuestro mercado más quiere.

Autor: Freddy Arredondo Co-founder & CEO de tuGerente
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